Día 16: Conviértete en un cultivador sabio
No puedes cambiar a tu cónyuge. Sin importar cuánto lo desees, no puedes hacer el papel de Dios y llegar a su corazón para transformarlo en lo que tú quieres.
Sin embargo, muchos pasan gran parte de su tiempo intentando cambiar al otro.
Se ha dicho que la locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Pero, ¿acaso no es lo que sucede cuando intentas cambiar a tu pareja? Obtienes la mayor de las frustraciones. Sin embargo, hay algo que sí puedes: transformarte en un “agricultor sabio”.
Un agricultor no puede hacer que una semilla se transforme en una cosecha fructífera. No sirve enojarse con la semilla, manipularla ni exigirle que lleve fruto. Lo que sí puede es plantar la semilla en terreno fértil, regarla y darle nutrientes, protegerla de las malezas y luego entregársela a Dios. Millones de agricultores se han ganado la vida con este proceso a través de los siglos. Saben que no todas las semillas brotan; pero la mayoría sí lo hará si se la planta en el terreno adecuado y se le proporciona lo que necesita.
No hay garantía que llevar a cabo los desafíos vayan a cambiar a tu cónyuge. Pero este no es su propósito. Se trata de que te atrevas a amar. Si cumples cada desafío, tu cónyuge probablemente se vea afectado, y tu matrimonio podría a comenzar a florecer frente a tus ojos. Quizá lleve semanas; incluso años. No importa cómo sea el terreno que tienes para trabajar, igualmente debes planear para triunfar.
Sin embargo, no podrás hacerlo solo. Necesitarás algo que tiene más poder que cualquier otra cosa que poseas. Ese “algo” es la oración eficaz.
La oración funciona de verdad. Es un fenómeno espiritual creado por un Dios ilimitado y poderoso. Y da resultados increíbles. Dios es soberano. Hace las cosas a Su manera. No es un genio en una lámpara que concede todos tus deseos. Lo cierto es que te ama y desea tener una comunicación íntima contigo. Y sin oración, es imposible caminar con Él.
¿Alguna vez te preguntaste por qué Dios te deja ver con tanta claridad los defectos escondidos de tu cónyuge? ¿De verdad crees que es para que lo fastidies por eso? No, es para que te pongas de rodilla con eficacia. Nadie mejor que tú sabe cómo orar por tu cónyuge.
¿Acaso ha funcionado regañar o fastidiar? La respuesta es no, porque estos métodos no cambian el corazón Así que, transforma tus quejas en oraciones y observa cómo el Maestro obra mientras mantienes limpias las manos.
El desafío de hoy: Comienza a orar hoy por el corazón de tu cónyuge. Ora por tres áreas específicas en las que deseas que Dios obre en su vida y en tu matrimonio.
(extraído del libro Desafío del Amor, Kendrick)