Día 28: El amor se sacrifica
La vida puede ser difícil. Aunque, por lo general, queremos decir que nuestra vida puede ser difícil. Cuando a nosotros nos maltratan o nos causan molestias, somos los primeros en sentirlo. Con rapidez, nos ponemos de malhumor cuando percibimos que se nos priva de algo o que no se aprecia. Cuando la vida nos resulta difícil, nos damos cuenta.
Sin embargo, muchas veces, la única forma de darnos cuenta de que la vida es difícil para nuestro cónyuge es cuando comienza a quejarse. Entonces, en lugar de preocuparnos de verdad o de correr a ayudar, quizás pensemos que tiene una mala actitud. No nos damos cuenta del dolor y la presión que él atraviesa así como lo hacemos con nuestro dolor y nuestras presiones. Cuando queremos quejarnos, esperamos que todos comprendan y se compadezcan de nosotros.
Esto no sucede cuando hay amor. No es necesario que las señales evidentes de angustia despierten de un sacudón el amor. El amor se sacrifica. Te mantiene tan sintonizado con las necesidades del otro que a menudo respondes sin que te lo pida. Y cuando no te das cuenta de antemano y tu cónyuge debe decirte lo que sucede, el amor va directamente al centro del problema. De manera rápida y segura.
El amor puede mirar más allá de una queja y ver a la persona herida y con una necesidad sin satisfacer que pide a gritos ayuda. Entonces, el amor se dedica a suplir esa necesidad en forma estratégica. En lugar de quedarte de brazos cruzados, enojado porque no te tratan como deberían, deja que el amor te saque de la autocompasión y te ayude a concentrarte en descubrir y suplir las necesidades ocultas de tu cónyuge.
Tienes que estar atento a esta clase de necesidades en tu cónyuge:
- ¿Tiene hambre (te necesita sexualmente, aun cuando no tengas ganas)?
- ¿Tiene sed (anhela el tiempo y la atención que pareces poder darle a todos los demás)?
- ¿Se siente como un forastero (inseguro en su trabajo, con la necesidad de que el hogar sea un refugio y un santuario)?
- ¿Está desnudo (necesitado de la cálida cobertura de tu afirmación amorosa)?
- ¿Se siente enfermo (con cansancio físico y con la necesidad de que lo ayudes a protegerse de las interrupciones)?
- ¿Se siente en una prisión (temeroso y deprimido, con la necesidad de cierta seguridad e intervención)?
El amor está dispuesto a sacrificarse para estar seguro de que des lo mejor de ti para satisfacer las necesidades de tu esposo o esposa. A menudo, lo único que quiere es hablar de la situación. Necesita ver en tus ojos atentos que te importa de verdad lo que esto le cuesta y que quieres ayudarlo a buscar respuestas. Necesita que ores con él para saber qué hacer y que estés pendiente de cómo van las cosas. Las palabras <¿Cómo estás?> y <¿Cómo puedo ayudarte?> deben siempre estar en tus labios.
Quizás la solución te parezca sencilla, o puede ser compleja y requerir tiempo, energía y un gran esfuerzo. De cualquier modo, Dios te dará una perspectiva única de la presión que experimenta tu cónyuge, y la capacidad singular de intervenir y reducir en gran manera el nivel de estrés.
Cuando los creyentes del Nuevo Testamento comenzaron a caminar en amor, su vida juntos se caracterizaba por compartir todo y por el sacrificio. Su motivación era alabar al Señor y servir a Su pueblo. Las vidas que han sido resucitadas por el inmenso sacrificio de Jesús deberían estar listas y dispuestas a hacer pequeños sacrificios diarios por aquellos a nuestro alrededor que necesitan nuestro amor.
El desafío de hoy: ¿Cuál es la mayor necesidad en la vida de tu cónyuge en este momento? ¿Puedes sacarle alguna necesidad de los hombros si haces un sacrificio audaz? No importa si la necesidad es grande o pequeña, proponte hacer lo que pueda para satisfacerla.
(extraído del libro Desafío del Amor, Kendrick)