Día 4: Sé Reflexiv@ y consider@
El amor piensa, es reflexivo porque sabe que los pensamientos amorosos anteceden a las acciones amorosas.
Al inicio cuando te enamoraste te resultaba natural ser reflexivo, pasabas horas soñando con tu ser amado, te preguntabas qué estaría haciendo, ensayabas cosas admirables para decir y luego disfrutabas los dulces recuerdos.
Ahora, poco a poco tu atención se centra en el trabajo, tus amigos, tus problemas, tus deseos personales, y luego de un tiempo empiezas a ignorar las necesidades de tu pareja sin darte cuenta.
Lo cierto es el matrimonio ha añadido otra persona a tu universo. Por lo tanto, si esa forma de pensar no madura lo suficiente como para incluir a tú cónyuge en forma constante, las situaciones te sorprenderán y perderás la oportunidad de ser considerado. La falta de consideración es un enemigo silencioso para una relación amorosa.
Un hombre puede concentrarse como un láser en una cosa y olvidarse del resto del mundo, y tienden a pensar en forma de titulares y dicen exactamente lo que piensan. La mujer puede prestar atención a varios asuntos y estar pendiente en forma increíble de varios factores a la vez y suelen pensar y hablar entre líneas.
Estas dos tendencias son ejemplos de cómo Dios diseñó al hombre y la mujer para que se complementaran. Sin embargo, si no conocemos y entendemos bien estas diferencias, también crean oportunidades para malentendidos y las consecuencias pueden ser desacuerdos interminables. Él se siente frustrado y se pregunta por qué su esposa habla con acertijos en vez de expresarse sin rodeos. Ella se siente frustrada y se pregunta por qué su esposo es tan desconsiderado y no ata cabos para comprenderla.
La mujer anhela profundamente que su esposo sea considerado y reflexivo. Esto es clave para ayudarla a sentirse amada. Cuando ella habla, el hombre sabio escucha como un detective para descubrir las necesidades y los deseos tácitos que insinúan sus palabras. Sin embargo, ella siempre tiene que decirle cómo son las cosas y se pierde la oportunidad de que el esposo demuestre que la ama.
Esto explica por qué las mujeres se enojan con sus esposos sin decirles por qué. Ella piensa: “no debería tener que explicarle todo. Él tendría que poder darse cuenta de lo que sucede”. Al mismo tiempo el esposo sufre porque no puede leerle la mente y se pregunta por qué se lo castiga por un crimen que no sabe que cometió. El amor exige consideración de ambas partes, la clase de consideración que cierra brechas mediante la combinación constructiva de la paciencia, la amabilidad y la abnegación.
El amor te enseña a llegar a un acuerdo, a respetar y valorar la manera única que piensa tu cónyuge. El esposo debería escuchar a su esposa y aprender a considerar sus mensajes tácitos. La esposa debería aprender a comunicarse con sinceridad y no decir una cosa cuando en realidad quiere decir otra.
¿Cuándo fue la última vez que pasaste algunos minutos pensando cómo podrías comprender mejor a tu cónyuge y demostrarle amor?, ¿Qué necesidad inmediata podrías satisfacer?, ¿Para qué acontecimiento próximo, como aniversario, cumpleaños o días festivo, podrías prepararte? Los grandes matrimonios surgen de la reflexión profunda.
Desafío para Hoy: Ponte en contacto con tu cónyuge en algún momentos del día, sin ninguna otra intención que preguntarle cómo esta y si puedes hacer algo por él.
(extraído del libro Desafío del Amor, Kendrick)
