Un papá sin corbata

Un Papá sin corbata

Dos de las más comunes interpretaciones que vienen a la mente, al leer el título de este artículo, son las de un papá que no tiene,  y por lo tanto, no usa corbata y la un papá descomplicado y sin poses. Queremos en esta ocasión tratar la segunda opción.

Como padres deberíamos optar por una política de puerta abierta hacia nuestra familia. Todos deberían tener acceso a nosotros, sin requisitos ni horarios. Un padre considerado debe mantener despejado todo medio de comunicación posible para atender a los más importantes: la cónyuge y los hijos.

Si bien es cierto, las obligaciones del día y las ocupaciones de la noche, dejan poco sitio y casi nada de fuerzas para ocuparnos de los asuntos del hogar. Sin embargo, la familia requiere de tiempo y empeño para mantener funcionando las relaciones entre los integrantes. Qué hacer, cómo lograrlo en un mundo tan complicado? Queremos proponerte lo siguiente:

Muestra afecto:Si creciste en un hogar donde no era costumbre que el papá evidenciara afecto o que participara en la crianza de los hijos, debes entender que el dar amor, aceptación y seguridad ayuda a que los niños desarrollen su autoestima.

Desarrolla un ambiente de confianza: La base de todas las relaciones humanas es la confianza. Es imprescindible que los nuestros nos perciban como personas que se comportan como se espera y que se tienen familiaridad en el trato.

Evita la postergación de los problemas: Ningún conflicto se resuelve simplemente por el hecho de dejar pasar el tiempo. En realidad, la acumulación de situaciones sin solución, prepara una bomba que pudiese explotar en cualquier momento.

Ten cuidado de no emitir juicios: Es de humanos tener ideas preconcebidas sobre muchos temas, sin embargo, debemos aprender a escuchar y a entender antes de ser entendidos. Solo cuando hayas entendido los hechos podrás emitir un consejo o una sugerencia.

Hoy es un buen día para comenzar, tu familia vale tu mejor esfuerzo.