Día 17: Cultiva la intimidad
El matrimonio fue diseñado para ser la relación humana más íntima de todas: en lo emocional, lo físico y lo espiritual.
Anhelamos un amigo íntimo con quien abrir el corazón. Un compañero seguro y leal que nos entienda de verdad. Alguien que conozca nuestros secretos más íntimos y, aun así, nos acepte. La intimidad podría describirse como ser “lentamente conocido y amado”.
¿Qué experimentas más en tu hogar hoy? ¿Son un libro abierto o bóvedas cerradas? ¿Cuánto hablan de verdad? ¿Cuánto se confían sus secretos? ¿Tu cónyuge diría que lo haces sentir seguro o asustado? En especial, si se han lastimado mutuamente en el pasado, lo más probable es que sean tan reservados y huyan de la intimidad. Si el hogar no se considera un lugar emocionalmente seguro, los dos se verán tentados a buscar esa intimidad en otra parte. Tal vez busques un escape en el trabajo o en pasatiempos fuera de casa.
Tu cónyuge no debería sentirse presionado a ser perfecto para recibir tu atención y aprobación. No tendría que andar con pie de plomo en donde debiera sentir libertad de caminar con soltura. En tu matrimonio, tendría que haber una atmósfera de libertad.
Algunos secretos pueden necesitar corrección. Por lo tanto, puedes ser un agente de compasión y sanidad: no con sermones ni críticas, sino escuchando con amor y luego diciendo la verdad cuando el otro se sienta lo suficientemente seguro como para escucharla. Algunos secretos solo necesitan ser aceptados. Son parte del carácter y la historia de esa persona. Y aunque quizás no sea agradable, siempre habrá que tratar estas cuestiones con tacto y dulzura. En cualquiera de los dos casos, solo tú ejerces el poder de rechazar a tu cónyuge debido a lo que sabes, o de aceptarlo con todos sus defectos.
Quizás esta sea un área en la que has fracasado. Si es así, no esperes que, de inmediato, tu cónyuge te otorgue un acceso ilimitado a su corazón. Debes comenzar a reconstruir la confianza poco a poco.
Siempre hace falta tiempo para que se desarrolle la intimidad; en especial, luego de haber sido puesta en peligro. Pero vale la pena, por los tesoros infinitos que esconde. Tu compromiso amoroso de restablecer esta intimidad puede ser la clave para abrir el cerrojo… es un desafío para cualquiera que esté dispuesto a hacerlo.
El desafío de hoy: Comienza a desarrollar una intimidad emocional con tu cónyuge. Decide proteger sus secretos (a menos que sean peligrosos para él o para ti) y ora por él. Habla con tu esposo o esposa y escucha con aceptación y el corazón abierto. Haz que se sienta seguro.
(extraído del libro Desafío del Amor, Kendrick)






















