Día 5: El Amor no es grosero
Ser grosero significa decir o hacer algo innecesario que le resulte desagradable a quien está cerca. A nadie le gusta estar cerca de una persona grosera, esta conducta puede parecerle insignificante a quien la practica, pero es desagradable para los que están alrededor. Cuando un hombre es impulsado por el amor se porta de manera intencional como a la esposa le resulte más agradable. Si ella desea amarlo, resuelve evitar lo que lo frustra y le molesta.
El amor genuino cuida sus modales. Adoptar este concepto podría traer aire fresco a tu matrimonio. Los buenos modales le expresan a tu cónyuge “te valoro lo suficiente como para ejercer algo de dominio propio cerca de ti. Quiero ser una compañía agradable”.
Casi siempre, los modales que empleas en tu casa son totalmente distintos a los que usas con tus amigos, o incluso con extraños. En tu casa puedes gritar o poner mala cara, pero si suena el timbre, abres la puerta con una gran sonrisa y suma amabilidad. Sin embargo, si te atreves a amar, también querrás dar lo mejor de ti a los tuyos.
Ten presente que cuanto más respetuoso y honorable sea tu comportamiento, tu cónyuge te verá más atractivo e interesante en el ámbito romántico.
La esposa puede ser descortés si hace sentir inferior a su esposo, ignora sus decisiones o se vuelve argumentativa. Los hombres no demostramos amor a nuestras esposas si las tratamos como uno de los muchachos, en lugar de cómo la dama que hemos decidido amar y valorar sobre todas las demás.
Ponte a prueba con las siguientes preguntas:
• ¿Qué piensa tu cónyuge sobre tu manera de hablar y actuar cuando estás cerca?
• ¿Qué efecto tiene tu conducta en la valía y la autoestima de tu pareja?
• ¿Tu cónyuge diría que eres una bendición o que lo haces sentir inferior y lo avergüenzas?
Tres principios orientadores para practicar buenos modales en el matrimonio:
1.- Respeta la regla de oro. Trata a tu cónyuge como quieres que te trate.
2.- Nada de criterios distintos. Ten la misma consideración con tu cónyuge que con extraños, amigos y compañeros de trabajo.
3.- Cumple las peticiones. Considera lo que tu cónyuge ya te ha pedido que hagas o que dejes de hacer. Si tienes dudas, pregunta.
Desafío para Hoy: Pídele a tu cónyuge que te diga tres cuestiones que le incomodan o le irritan de ti. Debes hacerlo sin atacar ni justificar tu conducta. Su perspectiva es lo importante en este caso.
(extraído del libro Desafío del Amor, Kendrick)






















