La comunicación es la clave de las relaciones

La comunicación es al matrimonio lo que el oxígeno a la vida, la ausencia de ésta genera relaciones débiles, enfermas y da paso al distanciamiento.
Comunicación es más que emitir palabras, es la habilidad de transferir pensamientos con el propósito de desarrollar la comprensión y llegar a un acuerdo.
Actualmente vivimos en la era de la tecnología de la información, y paradójicamente es donde menos comunicación existe en las relaciones. Es común encontrar en un restaurante una mesa donde todos sus integrantes están pendientes de los chats de sus teléfonos celulares, desperdiciando oportunidades valiosas para desarrollar la comunicación frente a frente. La misma escena se repite en nuestros hogares.
Es necesario retomar el respeto por las personas y defender la comunicación directa y eficaz en los hogares, inculquemos a los nuestros que mientras estemos en casa, dejemos el chateo y las “pantallas” de lado para poder concentrarnos en atendernos y entendernos cuando hablamos. Mantengamos el contacto visual que nos permite entender el lenguaje no verbal y los oídos abiertos para escuchar con atención. No nos acostumbremos a discutir nuestras diferencias por mensajes de celulares, esto además de ser impersonal te impide que puedas apreciar sus gestos y su tono de voz para que te ayudes a descubrir lo que realmente quieren comunicarte.
Veamos algunos consejos que nos permitirán mejorar nuestra comunicación:
- Comparte información de manera clara y calmada, no te enredes con tantas palabras.
- Busca el momento adecuado, no cuando ambos estén apurados o malhumorados, si estás triste o molesto, lo mejor será postergar la conversación hasta que te sientas más tranquilo.
- Evita los calificativos y los juicios, lo mejor es indicar tus sentimientos frente a una situación determinada.
- Di la verdad sin mentir ni exagerar, una mentira nos llevará a otra y hará el problema más grande. No exageres, es preferible que narres los hechos objetivamente.
- No interrumpas mientras te hablan y evita estar pensando en tu mente los argumentos para rebatir lo que te dice, por el contrario, concéntrate en escuchar.
- Observa al que te habla, las palabras comunican tanto como los gestos, así que observa con atención el lenguaje no verbal de tu interlocutor.
- Retroaliméntate, verbaliza aquello que entendiste para que te asegures que has comprendido lo que quieren decirte. Si la otra persona te dice que te has equivocado en tu percepción, no discutas, intenta entender aquello que te quieren expresar.
- Escucha empáticamente, ponte en los zapatos del otro para entender su necesidad y sus sentimientos ante lo sucedido.
- Busca siempre el beneficio mutuo, porque el objetivo no es ganar sino llegar a un acuerdo ante la situación planteada.
Esforcémonos por poner en práctica estos sencillos consejos y disfrutemos de hogares donde sus miembros sientan confianza y libertad para expresar sus ideas.
Juntos estamos levantando generaciones!!
Solange de Vizhñay
Directora de Herencia Familiar.






















